martes, 15 de mayo de 2012

Semantica



Semántica



Semántica proviene de un vocablo griego que puede traducirse como “significativo”. Se trata de aquello perteneciente o relativo a la significación de las palabras. Por extensión, se conoce como semántica al estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones.
Semántica
La semántica, por lo tanto, está vinculada al significado, sentido e interpretación de palabras, expresiones o símbolos. Todos los medios de expresión suponen una correspondencia entre las expresiones y determinadas situaciones o cosas, ya sean del mundo material o abstracto. En otras palabras, la realidad y los pensamientos pueden ser descritos a través de las expresiones analizadas por la semántica.
La semántica lingüística estudia la codificación del significado en el contexto de las expresiones lingüísticas. Puede dividirse en semántica estructural y semántica léxica. La detonación (la relación entre un palabra y aquello a lo que se refiere) y la connotación (la relación entre una palabra y su significado de acuerdo a ciertas experiencias y al contexto) son objetos de interés de la semántica.
El estudio del referente (aquello que la palabra denota, como un nombre propio o un sustantivo común) y del sentido (la imagen mental que crea el referente) también forman parte de la semántica lingüística.
La semántica lógica, por otra parte, se encarga del análisis de los problemas lógicos de significación. Para esto estudia los signos (paréntesis, cuantificados, etc.), las variables y constantes, los predicados y las reglas.


SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO
Cada palabra está compuesta por una serie de fonemas que podemos articular y escribir, es el significante; por ejemplo, perro: /p/ + /e/ + /rr/ + /o/.
En nuestra mente asociamos estos fonemas con un concepto, que es su significado: perro, 'mamífero doméstico de cuatro patas, con gran olfato y muy leal al hombre'.
Cuando percibimos a través de los sentidos una idea o realidad (referente), la relacionamos inmediatamente con su significado, y este, con el significante que le asigna el idioma en el que nos expresamos. Así, si vemos un dálmata, un pequinés o un caniche, los asociamos con el concepto y el significante de perro.
La relación entre el significante y el significado es arbitraria, es decir: no hay nada en /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ que obligue a esta serie de fonemas a significar el concepto de ‘perro’; y al revés. La prueba es que /d/ + /o/ + /g/ expresa exactamente el mismo concepto en lengua inglesa. Si los hablantes de español nos pusiéramos de acuerdo en que /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ pase a significar otra cosa (por ejemplo, ‘gato’), y en que ‘perro’ se diga de otra forma en español (por ejemplo, /d/ + /o/ + /g/ + /o/), no tardaríamos mucho en acostumbrarnos; y los que menos notarían el cambio serían los perros. El lingüista o estudioso de la lengua Ferdinand de Saussure fue el primero en formular esta ‘arbitrariedad del signo’ al observar que, de hecho, las palabras cambian de significante y de significado, sin que ello altere en nada el objeto.
EL CAMPO SEMÁNTICO
Agrupamos semánticamente las palabras por los rasgos comunes que nos permiten relacionarlas, pero las distinguimos por sus rasgos diferenciales. A estos rasgos los llamamos semas.
Casa, piso, choza, chabola... tienen en común que cobijan a las personas; pero su tamaño, que habite en ellas una o varias familias, su situación, etc., las hace diferentes.
Cada palabra está compuesta por una serie de fonemas que podemos articular y escribir, es el significante; por ejemplo, perro: /p/ + /e/ + /rr/ + /o/.


No hay comentarios:

Publicar un comentario